miércoles, 23 de enero de 2013

MÁS ALLÁ DE LA VIDA

Un tema muy controvertido y que debería formar parte de nuestra educación emocional, y así ayudar en nuestro crecimiento espiritual, es la muerte.
No como el fin de la Vida, sino como fin de un ciclo que forma parte de la existencia eterna de nuestro Ser.
¿Qué sucede cuando una persona se desprende de su cuerpo físico? ¿Es consciente de todo lo que la rodea? ¿Cómo podemos ayudarla?
Todo pasa por la aceptación del proceso que uno está viviendo y la apertura a un ciclo de existencia nuevo, diferente al que acabamos de dejar atrás. Sin ello no hay posible reencuentro con uno mismo, con la totalidad de todo lo que somos.



Las experiencias de personas que han cruzado "el velo" aseguran que no es el fin del camino, sino parte de este. Quizá tardemos un tiempo en comprender que la existencia puede manifestarse en diferentes dimensiones a la vez, y que estas se entrecruzan formando un gran realidad.
La pregunta es: ¿cómo vamos a alcanzar la conciencia plena sobre nuestro Ser si sólo aceptamos una parte, la realidad física? No es posible. Unicamente llegaremos a dicha comprensión si expandimos la mente e intentamos comprender la vida en un sentido más amplio.

Muchas preguntas pueden ser contestadas al respecto, y tal vez algunos de nosotros comprobar de forma concreta, cercana, que los que partieron antes de nuestra vida simplemente se han adelantado a un lugar donde tarde o temprano iremos a para todos...



Aceptación del proceso de elevación espiritual

La muerte es uno de los misterios más grandes que el ser humano afronta al término de su vida. Es probable que cada ser humano tenga una interpretación única de la muerte, según sus vivencias y sistema de creencias. Lo que sí está claro es que, creamos o no en una existencia posterior a la que experimentamos de forma física, es una realidad.
Entendida como un cambio de estado, una transmutación dentro de una larga existencia, la muerte no es más que el proceso de desprendimiento de nuestra parte física, puesto que según numerosas investigaciones, nuestra Consciencia sigue intacta una vez damos el paso. Seguimos existiendo pero de una forma distinta. Lo que llamaríamos vida física pasa a ser ahora existencia espiritual, y conforma nuestra realidad.

Quizá es la ignorancia de lo que hay más allá de la muerte lo que nos inspira cierto temor, sin embargo, hay numerosos testimonios de gente que ha llegado a la frontera del otro mundo, lo ha mirado y ha vuelto. Son lo que llamamos ECM, experiencias cercanas a la muerte.
El doctor Raymond Moody, médico y psiquiatra doctorado en psicología (Vida después de la Vida), inventó este término para denominar todas estas experiencias. Pero la investigación sobre este tema se inició mucho antes, a finales del siglo XIX de la mano de Albert Heim, siendo aceptada en 1959 la investigación del psicólogo Karlis Osis como el primer estudio científico al respecto (según los cánones actuales de la ciencia).
 Muchos otros investigadores han aportado información detallada sobre este tema, entre ellos la doctora Elisabeth Klübler-Ross (1926-2004), psiquiatra suizo-estadounidense cuyas investigaciones y famosos seminarios dedicados a médicos y enfermeras principalmente, han revolucionado al mundo.
 Esta afirmaba que en Sida no se puede curar con el modelo científico puesto que cada paciente desarrolla un virus que encaja con su mismo ser.
“… Si los médicos se bajaran del caballo y admitieran que muchas cosas no podemos concebir con el modelo intelectual vigente, entraríamos a explorar territorios hoy vedados por nuestra falta de humildad… Si exploramos nuestro contexto espiritual, nos exponemos a las respuestas…” _E. Klüber Ross, conferencia 11 agosto 1991, Facultad de Medicina Universidad Nacional de Buenos Aires_.
Todos estos investigadores, basándose en sus respectivos estudios, coinciden en que hay un tipo de existencia más allá de la experiencia física de la vida.
Tanto el Dr. Moody como el Dr. Brian Weiss, a su vez también médico y famoso psiquiatra norteamericano, han investigado sobre la reencarnación y la regresión a vidas pasadas concluyendo que la muerte como tal no existe.

“Principalmente, es necesario tomar en cuenta que no me baso en ninguna religión para afirmar la veracidad de la reencarnación. Mi enfoque es un enfoque clínico; es lo que he encontrado en mis pacientes…  …Como he enseñado reiteradamente, existen pruebas históricas y médicas de que la reencarnación es una realidad... El alma nunca muere.”   
_Dr. Brian Weiss_.

Según numerosos testimonios de pacientes que han experimentado ECM, donde la persona entra en un estado de coma profundo y en algunos casos incluso es declarada clínicamente muerta antes de regresar a la “vida”, seguimos siendo conscientes de todo lo que acontece a nuestro alrededor. En múltiples ocasiones describen su experiencia durante este estado, como un proceso de desdoblamiento en donde observan desde arriba, como si flotaran, su cuerpo y todo lo que está ocurriendo en torno a él, entrando en un estado de gran paz, sin dolor. Son pues conscientes de absolutamente todo lo que ocurre. Capaces de ver y oír, sin ojos ni oídos, 360º a su alrededor. Toda percepción es mental y amplificada con respecto a los sentidos físicos, dándose así en un estado de mayor perfección.

Así mismo, el Dr. Moody concluye estas experiencias como comunes en la mayoría de la gente que ha tenido ECM. Y añade que la sensación de viajar por un túnel, oir un sonido chillón o un silbido similar al del viento, ver gente (a menudo familiares ya fallecidos), encontrarse con un ser luminoso, ver una revisión de su vida (memoria interior, es decir, las experiencias que han tenido lugar a lo largo de nuestra vida), y tener sensación de aversión a la idea de volver a la “vida física”, son otras de las experiencias resultantes llevadas a cabo en sus estudios con gente que ha tenido experiencias cercanas a la muerte.

Cabe añadir numerosos casos clínicos en que, pacientes que han conseguido regresar de un estado de coma, puedan describir con detalle lo allí ocurrido mientras ellos estaban “dormidos” y relatar lo hablado por médicos, enfermeras y familiares.
Basándome en mi experiencia como médium e investigadora en el tema, puedo añadir que una vez se ha desencarnado, en la mayoría de los casos se es consciente del proceso de despegue del cuerpo físico que acaba de tener lugar.
He tenido ocasión de presenciar el desdoblamiento astral del cuerpo mientras fallecía una persona llegada en estado crítico a urgencias de un hospital, pudiendo observar que una vez al “otro lado” seguía siendo ella misma, plenamente consciente de lo que ocurría a su alrededor y pudiendo desplazarse a voluntad. Así mismo, no tenía limitaciones físicas puesto que al desdoblarse atravesó la pared sin más y se delizó suavemente, como si flotara, hacia un lado hasta desaparecer de mi vista.
En otras experiencias con gente que ha fallecido, he podido verificar que la comunicación entre ellos y nosotros es mental. Transmisión directa y clara de pensamiento, sin dar lugar a malas interpretaciones.


¿Es cierto que cuando el cuerpo muere, el alma se reencarna en otros cuerpos?

En el caso de las regresiones llevadas a cabo en pacientes, Weiss afirma que lo más importante no es la reencarnación, sino el hecho de que nunca morimos.
“Los cuerpos cambian, pero no el alma. Una y otra vez en las diversas vidas cambiamos de religión, de raza, de condición económica, de apariencia física…”

Ian Stevenson (1918-2007), doctor en medicina, bioquímico y profesor de psiquiatría, consideraba que el concepto de reencarnación podía complementar a los de herencia genética y medio ambiente para ayudar a la medicina moderna a entender aspectos del comportamiento humano y su desarrollo.

En el libro Vida antes de la Vida (2005) del psiquiatra Jim B. Tucker, presenta una visión general de más de 40 años de investigación sobre la reencarnación en la división de estudios sobre la Personalidad de la Universidad de Virginia, sobre informes de niños que recuerdan vidas anteriores. El libro sugiere que la Conciencia puede ser considerada de forma separada del cerebro, lo que sienta las bases para la Reencarnación. Así mismo, también examina marcas y defectos de nacimiento que coinciden con las de una persona fallecida identificada previamente por el niño.

Así pues, teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, el alma de la persona que acaba de fallecer traspasaría a un nuevo cuerpo para continuar existiendo y experimentando una nueva vida física, lo que se comprende como la transmigración del Alma.

                                                Mariana G. Aguilar



                          


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